viernes, 20 de marzo de 2009

Hasta el 75% de los páramos de Colombia podría desaparecer por el cambio climático.

Foto: Archivo

4'828.875 hectáreas se encuentran actualmente en proceso de desertificación; es decir, el 4,1% del territorio nacional.

La situación, que se prevé entre los años 2020 y 2030, es crítica, porque allí nacen los ríos del país, que surten de agua potable a la población. La isla de San Andrés también está en riesgo.

Si no se toman medidas urgentes para contrarrestar el cambio climático en el país, el 56 por ciento de los páramos desaparecerán, antes del 2030; la isla de San Andrés perderá un 17 por ciento de su territorio, entre el 2025 y el 2050; las enfermedades transmitidas por mosquitos aumentarán y las sequías serán más fuertes en la Amazonia y la Orinoquia.

Estas son algunas de las alertas que se desprenden del 'Análisis del Cambio climático en el país', realizado para la Cruz Roja Colombiana, por Wálter Ricardo Cotte, director Ejecutivo Nacional de la Cruz Roja; Max Henríquez, y José Castillo .

Aunque suenen lejanas las proyecciones, basadas en investigaciones del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) y otros estudios del clima, los científicos están preocupados por el aceleramiento de este fenómeno mundial.

"El cambio climático era como una ruleta rusa donde hay una bala y cinco oportunidades en el resto del tambor para no morirse. Pero ahora hay tres balas. Ahora, las oportunidades que tenemos de ser destruidos son mayores y están aumentando", dijo Cotte.

La idea del análisis, presentado el miércoles, además de generar una consciencia pública de la situación, es que se tomen medidas para evitar el impacto en el país, para lo que ya existe una Mesa Nacional de Cambio Climático, de la que hacen parte diferentes instituciones, públicas y privadas.

Cómo reducir el riesgo

Mitigar el efecto del cambio climático en el país no solo requiere de políticas gubernamentales sino también de acciones ciudadanas concretas.

La Cruz Roja sugiere que no se echen en saco roto campañas como la de llevar una bolsa de lona al supermercado para evitar las bolsas de plástico, preferir los productos que vienen en envases reciclables, preferir alimentos orgánicos o exigir aquellos alimentos locales que estén en cosecha y usar jabones biodegradables.

Para la casa, insisten en que se podrá ayudar solo con apagar las luces cuando no sean necesarias; usar bombillos ahorradores de energía; reducir el consumo de papel; descongelar la nevera; no soltar el agua del inodoro si no es necesario y planchar solo una vez a la semana.

Además, la Cruz Roja trabaja con poblaciones amenazadas, como las de San Andrés, y los habitantes del Parque Nacional El Cocuy, en Boyacá, entre otros proyectos.

Sube nivel del mar

San Andrés y Providencia es uno de los puntos más frágiles de la geografía nacional ante el aumento del nivel del mar que trae como consecuencia el cambio climático. El informe estima que si este nivel llegase aumentar un metro, entre el 2025 y el 2030, el 17 por ciento de la isla quedaría sumergida. "Afectaría el área turística y comercial, así como la infraestructura de transporte", dice el documento.

Según José María Castillo, coordinador del Instituto de Estudios Ambientales para el Desarrollo de la Universidad Javeriana, en la medida que suba el nivel del mar el agua salada se mezclará con las reservas de agua dulce subterráneas que tiene la isla.

Pero las zonas costeras también podrían afectarse. De aumentar los niveles de agua en el Pacífico, el 13 por ciento de los hogares estarían en peligro. Mientras que en el Caribe casi la mitad de las tierras de cultivo como palma africana y banano podrían ser vulnerables.

Mueren páramos

Entre el 2020 y el 2030 el 56 por ciento de los páramos y el 78 por ciento de los glaciares colombianos desaparecerán. Así lo asegura el informe, al recoger cifras del Gobierno Nacional.

Pero si no se actúa ya, dice el documento de la Cruz Roja, el riesgo será mayor, y de las 323 mil hectáreas de páramos que hoy tiene el país podríamos quedar sólo con 84.830 hectáreas. "Esto supone un problema de abastecimiento de agua para una buena cantidad de la población, y podría ser un indicativo de más desastres por avalancha", afirma Max Henríquez, coautor.

Y lo más grave, según José María Castillo, es también se comprometerían "las actividades agrícolas y la generación de energía eléctrica".

La alerta también la había hecho Walter Vergara, líder para América Latina del Banco Mundial para temas de medio ambiente, quien aseguró que el deshielo de los nevados del Ruíz y Santa Isabel, es de los más preocupantes de la región.

Agricultura en riesgo

Si los colombianos siguen emitiendo CO2, aumentará el riesgo de desertificación. El análisis de la Cruz Roja Colombiana es que si hoy existen casi 5 millones de hectáreas en proceso de desertificación (4,1 por ciento del territorio nacional), si no se hace nada la desertificación afectará potencialmente al 8 por ciento del país.

El fenómeno se podría extender a 3.6 millones de hectáreas "localizadas en las llanuras del Caribe, los valles interandinos y Altiplanos Cundiboyacense y Nariñense y principales polos de desarrollo (agropecuario, minero, urbano, transporte)", afirma el texto.

El meteorólogo y coautor del libro, Max Henriquez, señala que el aumento de las temperaturas del aire traerá problemas para la agricultura "porque las plantas se desadaptan y luego tienen que volver a adaptarse".

El Ideam ya había advertido que los cultivos más vulnerables con el cambio climático son el arroz, el tomate de árbol, el trigo y la papa.

Cambian las lluvias

Para el 2070 las precipitaciones en el país habrán cambiado. Según un estudio del Pnud analizado por la Cruz Roja Colombiana, para esa época las precipitaciones se reducirán entre un 15 y un 30 por ciento y en un 50 por ciento en la Alta Guajira.

Por otro lado, el cambio climático también afectará la salud de los colombianos. Según el informe, se incrementará el dengue, la malaria, el cólera y otras enfermedades generadas en el agua, en regiones donde antes no existían. "Como varia el clima, los ciclos de reproducción de los mosquitos van siendo más largos y llegan a regiones donde no antes estaban", explica José Castillo y cita reportes del Instituto Nacional de Salud, que indican que los departamentos con casos más elevados de malaria entre el 2.000 y el 2006 fueron Córdoba, Antioquia, Nariño, Choco y Meta, donde se presentó casi el 76 por ciento de los casos.

Y advierten sobre la vulnerabilidad del agua para consumo humano.

eltiempo.com / colombia

martes, 17 de marzo de 2009

DESCUBREN UN DINOSAURIO TAN PEQUEÑO COMO UN GATO

Foto: Efe

El feroz dinosaurio carnívoro, desconocido hasta ahora, vivió en la era del Cretáceo, al lado del gigante Tiranosaurus Rex.

Convivió en la era del Cretácico con el gigante Tiranosaurus Rex, según paleontólogos canadienses que acaban de identificar al saurio de menor tamaño de Norteamérica.

Nick Longrich, de la universidad de Calgary, y Philip Currie, de la universidad de Alberta, describen a la nueva especie, bautizada como Hesperonychus elizabethae, en un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences.

"El Hesperonychus es en la actualidad el dinosaurio más pequeño conocido en Norteamérica. Su hallazgo solo enfatiza lo poco que sabemos y abre la posibilidad de que existan otros incluso más pequeños que esperan a ser descubiertos", según Longrich.

Este descubrimiento permite a los paleontólogos rediseñar el mapa del ecosistema en Norteamérica en pleno auge de la era de los dinosaurios hace 75 millones de años.

El dinosaurio pesaba unos dos kilos, medía 50 centímetros de alto y se parecía a una versión en miniatura de su pariente el bípedo Velociraptor, un temido depredador que alcanzó la fama en la película Parque Jurásico, de Steven Spielberg, según los científicos.

Se desplazaba sobre dos patas y tenía garras como cuchillas y una garra en forma de hoz en su segundo dedo. Era de constitución delgada y su cabeza también era pequeña, aunque poseía dientes muy afilados.

Probablemente cazaba y comía todo lo que le permitía su pequeño tamaño, como insectos, mamíferos, anfibios e incluso crías de dinosaurios, dijo Longrich.

Según los paleontólogos, el Hesperonychus posiblemente pasaba la mayor parte de su tiempo buscando alimentos en las marismas y bosques que poblaban la zona a finales del Cretácico.

Sus restos fosilizados fueron encontrados en 1982 en varios lugares, entre ellos el Dinosaur Provincial Park situado en el valle de Red Deer River en Alberta, en el oeste de Canadá, explicó Longrich.

Pero no fueron objeto de estudio hasta 25 años después, cuando Longrich vio un especimen en la Universidad de Alberta en 2007 y él y Currie centraron sus estudios en las garras fosilizadas y en la pelvis, que estaba muy bien conservada, para hacer una descripción.

Hasta entonces, se creía que las garras pertenecían a dinosaurios jóvenes debido a su pequeño tamaño, "pero cuando analizamos la pelvis comprobamos que los huesos de la cadera estaban fusionados, algo que solo es posible cuando un animal ha completado su crecimiento", dijo Longrich.

"Es posible que el Hesperonychus viviera en otras partes de Norteamérica, pero no disponemos de fósiles", explicó Longrich.

El dinosaurio pertenece a la especie de los Dromaeosaurios, que incluye al Velociraptor, y al subgrupo de los Microraptor, que vivieron en China hace entre 120 y 125 millones de años.

Con su descubrimiento se extiende en 45 millones de años la presencia de este subgrupo en la Tierra, señaló el científico. Longrich y Currie describieron el año pasado al que hasta ahora era el dinosaurio más pequeño de Norteamérica, el Albertonykus borealis, un insectívoro que medía tan solo 70 centímetros hallado también en Alberta.

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domingo, 15 de marzo de 2009



Por la contaminación, temperatura en Chapinero y Puente Aranda es más alta que en el resto de Bogotà.


La alarma la dio Ricardo Castro, geógrafo de la U. Nacional, basado en un estudio realizado sobre imágenes satelitales, correlacionadas con datos meteorológicos tomados entre enero y febrero del 2007.

El estudio reveló que la excesiva contaminación que hay en el ambiente, esta vez, incluye un nuevo elemento nocivo para la salud de los bogotanos: el ozono troposférico, otro gran contaminante respirable en el aire, al que las autoridades ambientales parecen ponerle menos cuidado, pero que está causando, entre otros efectos, el oscurecimiento y calentamiento en la ciudad.

El ozono es un gas que se forma en el ambiente, producto de la quema de combustibles usados por automotores e industrias. Es peligroso para la salud porque puede producir daños pulmonares, dolores de pecho, irritación de la garganta y ojos e, incluso, puede empeorar enfermedades del corazón. En las plantas afecta su fotosíntesis y crecimiento.

Castro analizó cómo la gruesa capa de contaminantes que hoy cubre el área urbana (se ve en las mañanas como una nube alargada, con franjas en tonos gris, verde y café), produce el oscurecimiento diurno y el mayor calentamiento en algunas zonas.

"La contaminación disminuye la radiación solar en la superficie terrestre y crea el oscurecimiento, porque las partículas reflectan -explica Castro-. Mientras que hay otras ondas infrarrojas con calor que atraviesan la superficie, pero como no pueden volver a salir por la capa de contaminantes, se quedan cerca de la superficie y producen el calentamiento". En otras palabras, son las ondas que provocan el bochorno que se siente, aun cuando no haya sol.

Ese oscurecimiento se observa más en las dos localidades mencionadas, entre la 1 y las 3 de la tarde. Al tiempo que sus temperaturas suben de 4 a 6 grados más que en el resto de la ciudad.

Situación crítica

Esos sectores son los que concentran coincidencialmente las mayores cargas de ozono troposférico en el aire y de otro contaminante nocivo para la salud, que es más vigilado: el material particulado (hollín, humo y polvo) o el PM10.

Para Castro es claro que el smog de Chapinero lo origina su elevado tránsito, y el de Puente Aranda, las industrias.

Otra señal de alarma y que el estudio evidenció, con el fenómeno del "oscurecimiento", es que Chapinero presenta una polución que está acercándose a la de Puente Aranda, una de las localidades que el Gobierno Distrital declaró hace tres años en emergencia ambiental, con Kennedy y Fontibón.

En esa zona, la red de la Secretaría Distrital de Ambiente (SDA) registró el año pasado concentraciones de hollín y polvo de 71,7 microgramos por metro cúbico. Así, superó en 21,7 el límite fijado por la Organización Mundial de la Salud, y se aproximó a las altas concentraciones irrespirables de Puente Aranda: 78,6 microgramos.

"La gran contaminación en Chapinero es evidente. Quienes ahí vivimos la percibimos por el hollín y el polvo que son permanentes. Si alguien se pasa un pañuelito por la cara, queda tiznado", dice Consuelo Zapata, presidenta de Corposéptima.

Kennedy, a su vez, pasó a ser la localidad con el peor aire de la ciudad. En el 2008, el material particulado llegó a 95,4 microgramos por metro cúbico.

Según el director de Evaluación y Control de la SDA, Orlando Velandia, "no se le puede pedir a la Administración que haga en un año lo que no se hizo antes en 50. Aún así, la calidad del aire ha mejorado". Recuerda que los niveles del material particulado en el 2008 bajaron en la ciudad en promedio el 9 por ciento, pues pasaron de 71,6 a 65,7 microgramos.

Y agrega: "Tampoco hay por qué alarmarse con el ozono que está muy por debajo de las concentraciones peligrosas que hay en otras grandes capitales. Desde luego, debemos ponerle cuidado y eso se está haciendo".

No obstante, los dos contaminantes (ozono y PM10) se asocian con el aumento del 139 por ciento en las enfermedades respiratorias del último año: pasaron de 58.200 casos del 2007, a 139.200 en el 2008, informa la Secretaría Distrital de Salud (SDS).

Para Eduardo Behrentz, director del grupo de estudios en Sostenibilidad Urbana y Regional (Sur) de la U. de Los Andes, urge en la ciudad medidas más integrales para mejorar más su calidad del aire: un sistema integrado de transporte público, una reglamentación más exigente en control de emisiones y sincronización de autos, y menos agresividad al conducir, porque los fuertes arranques y zigzagueos tienen impacto negativo en las emisiones al ambiente.

LUCEVÍN GÓMEZ E.
REDACTORA EL TIEMPO
lucgom@eltiempo.com.co

eltiempo.com / colombia / bogotá



jueves, 5 de marzo de 2009

Intentan descifrar los misterios de la Antártida



Hoja de ruta contra el calentamiento global




Un informe de la ONU, respaldado por 2.500 científicos de 130 países, confirma que las actividades humanas son la principal causa del incremento del calentamiento global. El pronóstico, si no se toman medidas, son mayores olas de calor, sequías, huracanes y aumento en el nivel del mar. Los participantes en la última Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático, incluyendo a EE.UU., acordaron fortalecer su compromiso para combatir este fenómeno y aprobaron por consenso un documento conocido como la "hoja de ruta de Bali", en el que la comunidad internacional reconoce que se deben efectuar severas reducciones de las emisiones de gases causantes del efecto invernadero. Según el documento, el proceso de negociación internacional que debe desembocar en un acuerdo para reforzar la lucha contra el cambio climático debe comenzar en marzo o abril de este año. El Protocolo de Kioto expira en 2012, y para evitar que existan lagunas con el nuevo acuerdo éste debería estar listo en 2009, y así dejar a los países el tiempo necesario para ratificarlo.

ESTACIÓN DE INVESTIGACIONES TROLL, Antártida (AP) - Una investigación de alto nivel en la que participan los principales expertos en el calentamiento global arrojará pronto más luz acerca de los peligros que conlleva el derretimiento de los hielos de la Antártida.

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El estudio cobró ímpetu con la visita de los ministros del medio ambiente de varios países, que aceptaron exponerse al frío polar pare reunirse en una estación de investigaciones noruega con científicos de Estados Unidos y Noruega que están a punto de concluir un recorrido de dos meses y 2.300 kilómetros (1.400 millas) por el polo sur. "Experimentarán en persona la colosal magnitud del continente antártico y su papel en el cambio climático mundial", señaló el ministerio del medio ambiente de Noruega, que organiza el encuentro.

También se informarán de los grandes interrogantes en torno a la investigación de lo que sucede en esta parte del mundo y de su impacto en el recalentamiento global: ¿Qué tanto se está calentando la Antártida? ¿Cuánto hielo se está derritiendo? ¿Cuánto pueden crecer los océanos como resultado de ese derretimiento?

Las respuestas son tan difíciles que el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, organismo de las Naciones Unidas que ganó el premio Nobel de la Paz, no incluyó la amenaza del derretimiento de los hielos en su pronóstico sobre el calentamiento global del 2007.

El panel cree que los océanos podrían subir 59 centímetros (23 pulgadas) este siglo como resultado del aumento de las temperaturas y del derretimiento de hielos si no se hace nada por reducir las emisiones de dióxido de carbono y otros gases que generan el efecto invernadero, a los que se atribuye el calentamiento atmosférico.

El panel de la ONU no tomó en cuenta la Antártida ni Groenlandia, porque no se sabe mucho acerca de la dinámica entre atmósfera, océanos y las grandes moles de hielo. El 90% del hielo que hay en el mundo se encuentra en la Antártida.

Sin embargo, el bloque occidental de la Antártida, que se derrite a paso más acelerado, "podría representar uno de los grandes peligros de este siglo", según el climatólogo estadounidense James Hansen, experto de la NASA.

"Existe la posibilidad de que el nivel del mar suba varios metros", declaró Hansen a la AP. Es una posibilidad "que mete miedo", acotó el principal científico del panel de la ONU, Rajendra Pachauri, quien se reunió con los ministros en Ciudad del Cabo, desde donde todos viajaron a la Antártida.

Las respuestas a estos interrogantes son uno de los principales objetivos del proyecto denominado Año Polar Internacional 2007-2009, que movilizó a 10.000 científicos y otras 40.000 personas de 60 países para investigar a fondo los fenómenos que se producen en el Artico y la Antártida, con personal en los hielos, rompehielos y submarinos, y empleando también satélites.

El contingente de 12 personas que está recorriendo la Antártida es un elemento importante del proyecto, ya que los especialistas hicieron sofisticadas perforaciones en las capas de hielo de esta región poco explorada para determinar cuánta nieve ha caído a lo largo de la historia y cuál ha sido su composición.

Paralelamente, se intentará descifrar con satélites los "campos de velocidad" de todas las capas de hielo de la Antártida en los dos últimos años, para determinar la celeridad con que el hielo de esparce por el mar.

De este modo, los científicos podrán comprender mejor el "balance de masa", término que alude a la cantidad de nieve derivada de la evaporación de los océanos, que compensa el derretimiento de hielo que se diluye en el mar.

"No estamos seguros de lo que está pasando con el sector oriental de la Antártida", expresó la semana pasada el director del Año Polar David Carlson desde las oficinas del programa en Cambridge, Inglaterra. "Pareciera que fluye un poco más rápido. ¿Se compensa eso con la acumulación? Los datos que recabemos sobre esto serán vitales para comprender el proceso".

Argelia, Gran Bretaña, el Congo, la República Checa, Finlandia, Noruega y Suecia enviaron sus ministros del medio ambiente para observar el proyecto. China envió a un experto en la materia, Xie Zhenhua, y Estados Unidos al asistente del subsecretario de estado Dan Reifsnyder.

Al llegar a esta estación, donde hay sol 17 horas diarias y la temperatura es de menos 20 grados centígrados (aproximadamente cero Ferenheit), los visitantes pudieron observar la imponente mole de hielo de Queen Maud Land, al sudoeste de Sudáfrica, y recorrieron la estación investigadora noruega, que desde que fue remodelada en el 2005 funciona todo el año.

Los científicos dijeron que todavía hay que hacer muchas más investigaciones, incluida una del posible calentamiento y los cambios de corrientes en los océanos que rodean la Antártida. "Necesitamos más recursos", señaló Carlson.

23 de febrero de 2009
http://espanol.news.yahoo.com/s/ap/090223/internacional/rep_cie_antartida








Un aporte de Andrés Esteban Peña Urrego.

LA BIODIVERSIDAD DE RIO DE JANEIRO
Esta situación es preocupante. En efecto, una biodiversidad adecuada limita los efectos de determinados riesgos ambientales tales como el cambio climático o las plagas de parásitos.

La diversidad es esencial para mantener la viabilidad a largo plazo de la agricultura y la pesca, y constituye la base de numerosos procesos industriales y de la fabricación de medicamentos nuevos.

La conservación y la explotación sostenible de la diversidad biológica son indispensables para alcanzar un desarrollo sostenible, así como los objetivos del milenio para el desarrollo relativos a la pobreza, la salud y el medio ambiente.

En 2002, en la cumbre mundial sobre el desarrollo sostenible de Johannesburgo, los Jefes de Estado del mundo entero se pusieron de acuerdo sobre la necesidad de reducir el índice de pérdida de diversidad biológica de forma significativa para el año 2010. El CDB fue reconocido como el instrumento principal en esta materia.

En 2001, el Consejo Europeo de Gotemburgo adoptó el objetivo de detener la pérdida de diversidad biológica para 2010. Con sujeción a los derechos de otros Estados, y a menos que se establezca expresamente otra cosa en el presente Convenio, las disposiciones del Convenio se aplicarán, en relación con cada Parte contratante: En el caso de componentes de la diversidad biológica, en las zonas situadas dentro de los límites de su jurisdicción nacional; y En el caso de procesos y actividades realizados bajo su jurisdicción o control, y con independencia de dónde se manifiesten sus efectos, dentro o fuera de las zonas sujetas a su jurisdicción nacional. La Comunicación recoge las medidas adoptadas por la Comunidad y las iniciativas de las partes interesadas de la Comunidad en materia de acceso a los recursos genéticos y de distribución de los beneficios (ADB).

Por lo que se refiere a la aplicación de las Directrices, constituyen instrumentos fundamentales los acuerdos de transferencias de materiales y los códigos de conducta de los interesados.