jueves, 21 de febrero de 2013

¿Promiscuidad? No, monogamia sucesiva

05/20/2010
escrito por
Sebastián Junca

“Me ofende que a los jóvenes nos digan promiscuos. Acá es donde se incluye un nuevo término: “el monógamo sucesivo”, Sebastián Junca

"... según estadísticas, el número de parejas sexuales de la mujer durante la adolescencia es de 2.1, mientras que el del hombre es de 3.9"

¿Quiénes de ustedes como jóvenes no han escuchado el término promiscuo?
Si tomamos promiscuidad como la capacidad de mantener más de una pareja sexual en un tiempo determinado, es decir que ocasionalmente salgamos y tengamos relaciones sin problema, estamos viendo sólo una cara de la moneda. A mí personalmente me ofende que a los jóvenes nos digan promiscuos.

Acá es donde se incluye un nuevo término: “el monógamo sucesivo”, y ¿qué es lo que sucede? A nosotros nos gusta experimentar y según estadísticas, el número de parejas sexuales de la mujer durante la adolescencia es de 2.1, mientras que el del hombre es de 3.9. Entonces, ¿Qué podemos decir acerca de esta percepción de que somos promiscuos y lo que realmente estamos viviendo?

Podemos ver esta percepción desde diferentes puntos de vista, no podemos dejar a un lado que como jóvenes nos gusta experimentar y vivir; pero de ahí a improvisar, ese es otro cuento.

Esa improvisación se ve en que solamente el 63% de las parejas adolescentes logren percibir el riesgo de una infección y el 57% el de un embarazo. Es evidente que como jóvenes no percibimos el riesgo de improvisar una sexualidad y si a esto le sumamos un pensamiento de “a mí no me va a pasar, eso le pasa a los otros, pero yo no tengo ese problema”. Incurrimos en pensar cosas como: si la mujer toma pastillas, no debemos usar preservativo, como si las pastillas evitaran una ITS (infección de transmisión sexual).

Científicamente se dice que los jóvenes no tenemos una percepción adecuada del riesgo, porque esta se procesa en la corteza pre frontal del cerebro, que solo madura completamente hasta los 22 años aproximadamente. Pero esta afirmación no se puede generalizar, porque de ser así todos los jóvenes asumiríamos conductas de riesgo y estaríamos condenados a “meter las patas” y esto no es verdad. A esto hay que sumarle una educación en valores y en auto respeto, lo cual siempre nos va a permitir enfrentar una situación de riesgo.

Ahora salgámonos un poco de la mirada de nosotros los jóvenes y miremos como la sociedad nos mira. Nos dicen problemáticos, promiscuos y hasta descarriados. He escuchado varias veces decir “La adolescencia es una enfermedad que se cura con el tiempo”. Duele como joven escuchar tremenda mentira. No somos una enfermedad y así mismo no tenemos cura.

Como presidente de la Red Colombiana de Jóvenes líderes en SSR, los invito a no improvisar y a cambiar esa imagen que tiene la sociedad de nosotros los jóvenes.Si no nos cuidamos y respetamos nosotros mismos, nadie lo hará por nosotros. Para adquirir una ITS solo se requiere de una relación. Nada más.

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